Minna~~ ;3; tanto tiempo. ¿Como han estado?
MIL DISCULPAS por dejar el blog . Cosas inesperadas sucedieron, por lo que tuve que entrar en hiatus por unos meses. Pero ya volví ;A; no me golpeen~ xDD Que les traje algo bonito. No, no es "¿El uno para el otro?" y tampoco es un one shot xD, bueno para las que se tomaron la molestia de leer el título de la entrada ya lo saben, para las que no. El 3er capítulo del H.H. -tira confetti- YAY~ o3o Bueno, lo escribí algo largo para un buen comeback al blog xD Espero y lo disfruten. :3
Claves:
(1) Tu Nombre.
(2) Apellido de tu JUMP favorito.
(3) Nombre de tu JUMP favorito.
(4) Nombre de otro JUMP que te guste.
(5) Nombre de un JUMP que te agrade.
H.H Capítulo 3
(3) estaba frente mío,
vestía diferente a como estaba hace unas horas. Se veía un poco más…
atractivo. Miré a sus acompañantes y extrañamente tenían la misma horrible
sonrisa escalofriante. Agité mi cabeza
ligeramente y cogí mi lapicero y la libreta de órdenes.
-
Wooow, sabía que en algún lugar te había visto
antes.
-
Así que tú eras cliente de este café.
-
Claro, y vengo a menudo.
-
¿Ah sí?
-
Sí, pero sabes una cosa, ahora vendré TODOS los
días.
-
Hm, entiendo. Bueno, y quién generalmente te…-en
ese momento unas cuantas compañeras de trabajo corrieron hacia el lugar
empujándome y haciéndome caer-
-
Hola (3) *^*
-
Ah… hola chicas.
-
¿Qué vas a ordenar? –dijeron todas al unísono-
-
Nada por el momento, preciosas.
-
Oh, está bien *-* pero cualquier cosa, estamos
para atenderte -cada una se fue por distinto lugares a atender a otros
clientes. (3) se paró y trató de ayudar a levantarme, pero cuando me ofreció su
mano la golpeé y me levanté, sacudiendo un poco mi falda y arreglando las
orejitas de neko que tenía puestas-
-
(1), ¿estás bien?
-
Lo estoy, no te preocupes.
-
No lo pareces.
-
Ya te dije que estoy bien -3- bueno, ¿qué van a
ordenar?
-
Hm, bueno yo creo que pediré pastel de vainilla
con relleno de fresa.
-
Bien, ¿algo más? –dije mientras apuntaba su
pedido-
-
Yo quiero lo mismo que él –dijo el sujeto que
estaba a la izquierda de (3) –
-
Está bien. ¿Algo más?..
-
Me provoca algo dulce. Hm, ¿dime tú estás
disponible en la carta de cosas dulces? –dijo aquel sujeto que venía
acompañando a (3) que estaba a su derecha-
-
Perdón joven pero no estoy disponible en esa
carta y tampoco estoy para aguantar piropos de usted.
-
Uhm, así que rebelde. Me gusta –dijo lamiéndose
los labios-
-
Oye contrólate. –(3)golpeó el hombro de su amigo
con un poco de fuerza-
-
Bien, trataré. A ver –cogió la carta y comenzó a
leer- Hm, ¿qué me recomiendas tú?
-
Pues nuestro Pie de Limón es exquisito.
-
Pues ve y tráeme eso.
-
Está bien. –giré un poco en dirección a la
barra, mientras apuntaba la última orden y de pronto sentí como me tiraron una
nalgada. Volteé enfurecida, dándome cuenta de que aquel sujeto era quien se
había atrevido a hacer eso. Respiré hondo y traté de sonreír, mientras que
aquel tipo mordía su labio inferior y me miraba de manera extraña. Salí con
paso acelerado hacia la barra e hice el pedido. Me senté en una silla que
estaba por ahí y dirigí mi vista a la mesa de (3). Los tres se reían, una parte
de mi tenía curiosidad y quería saber de qué estaban hablando. El ruido del
timbre de cocina que indicaba que los pedidos estaban listo me hizo desviar la
mirada e ir por ellos. Me acerqué a la mesa de (3)y dejé sus órdenes sobre la
mesa.
-
Aquí están sus órdenes. Que lo disfruten.-iba a
retirarme en ese momento pero sentí que alguien sujetaba el borde de mi falda,
esto hizo que mi cara tomara un poco de color. Volteé pensando que era (3)
quién había hecho eso, pero me di con la sorpresa de que era ese sujeto que
hace un rato me había nalgueado- Hm, ¿sucede algo, joven?¿no está satisfecho?.
-
No es eso. Solo que, ¿por qué no te sientas
aquí?
-
Lo siento pero tengo que seguir trabajando, hay
muchos clientes que están sin atención.-mentí-
-
Pero, hay muchas chicas que pueden atenderlos,
además quisiera conocerte mejor.
-
No creo que eso sea posible. Debo retirarme -vi
que mi jefe entraba por la puerta principal-
-
Hm no creo que quieras un llamado de atención de
parte de tu jefe ahora mismo ¿verdad?
-
Cállate ¬¬ Me voy porque sí y… -volteé la vista
hacia la puerta, mi jefe me veía un tanto molesto-
-
¿Decías?...
-
Me quedo ^u^ (e___é)
-
Ok, entonces ven y siéntate aquí.-suspiré y me
senté a su lado- Perdón que no me haya presentado. Me llamo (4), es un placer.
–cogió mi mano y dejó un suave beso sobre esta-
-
Mucho gusto.
-
Creo que nos llevaremos bien –dijo mientras me
acercó a su cuerpo. Miré al otro chico que estaba al otro lado de (3)-
-
Ne,(3) y ¿quién es él?
-
Ah, perdón. Tampoco se ha presentado.
-
Como lo siento-empezó aquel joven- Me llamo (5)
, es todo un gusto.
-
El gusto es mío –dije sonriéndole cálidamente,
se notaba que era una persona agradable-
Pasó el rato, mientras comían
platicaban de sus cosas. Obviamente ya no se reían tanto como lo hacían
anteriormente, a veces (5) no entraba en la conversación y me miraba fijamente,
de vez en cuando se acercaba a besar mi mejilla. Cuando volvían a conversar
entre los tres yo bajaba la mirada, y me preguntaba por qué (3) no decía nada.
Por qué no se quejaba de que uno de sus amigos me estaba tocando o besuqueando.
Por alguna extraña razón me sentía mal. Sentía como que sí no le importara ni
un poco. Me levanté repentinamente del asiento y me dirigí hacia la cocina, me
senté en una esquina y oculté mi rostro entre mis rodillas mientras que de mis
ojos brotaban lágrimas. Quería que (3) se hubiera puesto por lo menos un poco
posesivo o un poco celoso, pero no. Y así decía que yo era suya. Suspiré
limpiando mis lágrimas, sonreí de la mejor manera que pude decidida a olvidar
el incidente de hoy . Me levanté y me acomodé la falda, caminé hacia la puerta
pero antes de que pudiese tocar el pomo, ya estaban abriéndola. Nada más ni
nada menos que (3).
-
Tú, ¿Qué haces aquí?
-
¿Acaso no podía entrar?
-
Solo se le es permitido entrar a personal
autorizado.
-
Pues, ahora no hay nadie, todos se han ido…
-
P-pero que demonios…
-
Me gusta lo dulce.-dijo riendo bajo-
-
Bien, y ahora se supone que estamos solos?
-
Exactamente.-dijo mientras buscaba algo con la
mirada- ¿Por dónde está la crema batida?
-
No te diré-me apoyé sobre una de las mesas de la
cocina-
-
Hm, de verdad ¿no me dirás? –se acercó a mí posando sus manos en mis costados-
-
N-no… no te diré –desvié la mirada-
-
Mal mal muy mal –se alejó y caminó hacia un lado
de la cocina del cuál raramente sacó una regla de tamaño regular y volvió a
acercarse a mi con esta en manos- (1) Eres una Maid muy mala. –golpeaba suave
la regla contra la mesa- ¿sabes que le pasa a las Maids malas?
-
Iie, no lo sé.
-
Pues no creo que te guste experimentarlo. ¿O sí?
–negué muchas veces con la cabeza- Entonces dime en dónde está la crema batida.
-
Bien, te lo diré. En el estante de por allá hay
muchos frascos de crema batida.
-
Ahora sí nos estamos entendiendo. –se dirigió a
sacar dos frascos de crema y regresó con estos dejándolos sobre la mesa, luego
abrió el refrigerador y saco un tazón de fresas, las más gorditas y rojitas que
habían. Dejo el recipiente sobre la mesa y me miró- Siéntate sobre la mesa.
-
H-hai…-me senté con cuidado sobre la mesa
mientras él roció las fresas con un poco de crema.-
-
Fresas y crema, no hay nada mejor que eso.-se
abrió un poco la camisa y cogió una fresa, acercó esta a mí boca y me la comí-
Hm, delicioso ¿verdad? –se alejó y terminó de abrir su camisa, cogió otra fresa
y se la comió, lamió sus dedos de una manera sensual mientras me miraba y
sentía como mi cara enrojecía.- Estás roja -soltó una pequeña risa- sabes una
cosa…, estoy logrando lo que quería.
-
¿Eh? ¿c-como que eso era lo que querías?...
-
Ahora lo verás.-cogió uno de los frascos de crema y se acercó, manchó una de mis
mejillas con su contenido, y volvió a posar sus manos en mis costados mirándome
fijamente-
-
JA. ¿esto era?-solté una risa burlona mientras
que en su rostro se formaba una pequeña sonrisa, y antes de que tratara
limpiarme la m con un movimiento rápido
se acercó y comenzó a lamer la crema sobre esta lentamente. Esto hizo
que mi rostro enrojeciera aún más. Cuando terminó, las mordió suavemente
mientras trataba de quitar mi traje- H-hey ¿qué haces? –dejó lo que hacía, y se
alejó un poco-
-
Hm, algo…
-
Déjate de tonterías (3)
-
Trato de quitarte esta horrenda ropa.
-
¬¬ Ajá y tú crees que te lo permitiré?
-
Pues sí que lo harás. Aunque sabes tengo un
problema con esto.
-
¿Qué problema, Señorito pervertido?
-
Nada Señorita pervertida, solo qué…
-
¿Qué cosa? -w- Vaya que eres lento –reí bajo
mientras que (3) acercaba su rostro al mío-
-
Tu ropa es muy apretada…Será difícil
quitártela.-dijo mientras se formaba una sonrisa traviesa en su rostro-
-
o//o B-baka… aléjate.
-
No quiero.-con movimientos bruscos me volteó y
costosamente desató la parte de arriba del traje.- Suéltame.
-
Ya está, no chilles tanto. -me volteó y tomó mis
muñecas con algo de fuerza, mirándome fijamente- Solo vamos a divertirnos un
poco ¿sí? –solté un pequeño suspiro, ya no forcejeando como antes. (3) sonrió y
me volteó, terminando de desatar el traje, con ambas manos sacó este, pero
hasta el punto de dejar mi torso descubierto. No perdió tiempo y desabrochó el
sujetador, dejando que este cayera por si solo. Me volteó para tomarme del
mentón, y acercar sus labios casi rozándolos con los míos- ¿Y ahora por qué no
me detienes?…
-
Yo..-acercó uno de los dedos de su mano libre,
tocando uno de mis pezones. Cerré los ojos, por unos segundos, soltó mi mentón
y ya con ambas manos libres le dedicó tiempo a mi pecho, masajeando suave por
encima de mis pezones, haciéndome soltar leves gemidos, los cuales acallé
mordiendo mi labio-
-
(1)-susurró sobre mi oreja, mordiendo suave el
lóbulo de esta. Los masajes se detuvieron por un instante, se alejó y bajó
hasta la altura de mi pecho- Eres hermosa, y estas son grandes –dijo riendo suave.
Me miró y se acercó lento, sacó su lengua y comenzó a lamer uno de mis pezones,
lo delineó unas cuantas veces luego succionándolo suave. Desvié la vista
gimiendo leve. Lo siguió succionando hasta dejarlo erecto, hizo lo mismo con el
otro. Una vez listo, se separó y quitó sus pantalones, dejando a la vista su
miembro erecto sobre la tela del bóxer- Échate sobre la mesa. –asentí suave
haciendo caso a lo que me dijo. Terminó de quitar mi traje y lo tiró al suelo.
Me observó relamiéndose los labios y acercó uno de sus dedos a mi intimidad
acariciándola por sobre la ropa interior.- (1)…estás bien mojada.
-
B-baka…no digas esas c-cosas.-él solo se rió y siguió con lo que hacía,
acariciando suave un par de veces. Luego tomó los costados de mi ropa interior
bajándolas con rapidez y dejándolas a un lado, esto hizo que me sonrojara aún
más. Volvió a acercar su dedo pero esta vez lo introdujo, lo miré con cara de
sorpresa y él sonrió lascivamente comenzando a meter y sacar su dedo. No
quedándose satisfecho metió dos dedos más y los movió a un ritmo rápido,
sacándome uno que otro gemido fuerte. Se sentía raro pero demasiado bien, tanto
así que pensé que me volvería adicta a ello. (3) sacó sus dedos de mi entrada y
se alejó para quitarse el bóxer, sin poder evitarlo lo registré de pies a
cabeza, tenía un buen y bonito cuerpo. Sin querer posé mi mirada en su
erección, era gigante. Mordí mi labio inferior sintiendo algo de desesperación.
No sabía porqué la sentía pero por alguna extaña razón ya quería tenerlo dentro
de mí.-
-
¿Que miras? –eso hizo que saliera de mis
pensamientos por un segundo- ¿Esto? –tomó su miembro entre sus manos- Lo sé, es
grande. Te gusta ¿verdad?
-
Idiota, ¿c-como puedes decir eso con tanta
facilidad? –negó con la cabeza riendo suave y se acercó luego tomando mis
piernas y me atrajo a su cuerpo, su miembro estaba casi rozando mi entrada, eso
hizo que enloqueciera más y tratara de apegarme más a su cuerpo. Al verme hacer
eso no espero ni un segundo más y me penetró de una sola vez, me dolió, me
dolió mucho pero no le dije nada. Comenzó a embestir lento y marcado, esta
sensación era nueva para mí, me gustaba demasiado. Cerré mis ojos disfrutando
de aquello, lo hizo suave por un rato más, luego comenzó a ir a un ritmo más
rápido. Me agarré de un lado de la mesa, gimiendo descontroladamente, mientras
lo sentía en lo más profundo de mi ser-
-
(1)… mi (1)…-el ritmo de las embestidas
aumentaban, desvié la mirada y gemí su nombre una que otra vez, y al parecer le
gusto que lo hiciera porque me pidió más- Ahm, ya no aguanto…-dio las últimas
estocadas fuertes y se corrió dentro. Nos quedamos un momento así,
tranquilizando nuestra respiración. Con sumo cuidado salió de mi interior y se
echó sobre la mesa al lado mío. Yo lo miré y el hizo lo mismo, haciéndome
desviar la mirada al instante. Apoyé mis brazos sobre la mesa para así
levantarme un poco y sentarme sobre esta. (3) seguía mirándome fijamente, mis
mejillas volvían a coger un ligero rubor. (3) se sentó sobre la mesa y besó mi
mejilla- Te quiero (1) , te quiero para mí, solo para mí –me abrazó
posesivamente-
-
(3)… -sonreí leve, correspondiendo su abrazo-
-
En verdad, siento por no haber dicho nada
mientras que el idiota de (5) te besaba o te tocaba. No pensé que haría tanto.
-
Pues, ya no deberías traerlos aquí. Me sentiré
incómoda.
-
No te preocupes, si te hace algo, yo me
encargaré.
-
Arigatou –besé la mejilla de (3)-
-
No hay de qué y no hagas eso.
-
¿eh? ¿qué cosa?
-
Esos besos… no me des más de esos por hoy.
-
¿Por qué? , justo cuando me ponía cariñosa. Ya
no seré más así contigo –hice un pequeño puchero-
-
No es por eso, es porque, si lo vuelves a hacer, no podré evitar el
deseo de volver a darte.
-
o//o No lo digas de esa forma tan rara.-golpeé
suave su hombro riendo leve-
-
La costumbre, lo siento.
-
Deberás dejarte de ese tipo de costumbres eh.
-
No quiero. –me soltó y cogió una de mis mejillas
apretujándola suave- Parecen Marshmellows(?)
-
Déjalas uwu… no las toques mucho.
-
Uhm, que no las toque mucho dices?
-
Hai, eso dije -w- -(3) soltó una risita y se
acercó para morder mi mejilla con no mucha fuerza. Empujé a (3) alejando a sus
dientes de mi mejilla- owó dije que no las toques!
-
Pero, eso no es tocar..
-
¿Ah no? -3- ¿entonces qué es?
-
A eso, mi pervertida maid, se le llama mordida,
así como todas las que di por sobre tu hermoso cuerpo.
-
Matte .3. (3).. mordidas.. en mi cuerpo…
-
Hai, eso –rió leve, mientras me veía el torso,
mis brazos y parte de mi pecho-
-
Esto es…-dije tomando aire-
-
Eres muy lenta para entender que…
-
(3), maldito pervertido, estoy toda marcada!!
owó…-grité no dejándolo continuar-
-
Marcas, marquitas, todas mías.-dijo mientras
sonreía triunfante-
-
Baka –le di un zape en la cabeza- Pensarán que un
animal trato de devorarme…Oh sí , el que trato de hacerlo fue un animal ¬¬ Que
digo animal, una bestia! owó
-
No me digas así –hizo un ligero puchero-
-
Ya, está bien.-lo miré y aun tenía el puchero-
¿Por qué no quitas eso?–toque suave sus labios, a lo que él me jaló y apegó sus
labios a los míos, haciendo una leve presión, luego moviéndolos suave sobre los
míos. La suavidad de sus labios y el ritmo de ese beso lo hacían único y
perfecto. (3) se separó después de unos segundos y me miró con una sonrisa-
-
Bien, hora de irnos.
-
¿Eh?, ¿qué hora es? –recogí mi ropa que estaba
tirada sobre el suelo-
-
Bueno, son casi las 12.
-
owo ¿EHHHHHH?... ¿tanto hemos tardado?
-
Pues claro, culpa de la señorita que se hacía la
difícil.
-
La culpa la tienes tú, por no saber controlarte.
e.e
-
Bueno, ambos la tenemos. –cogió su ropa y
comenzó a vestirse. Yo hice lo mismo, y dejamos todo limpio y ordenado antes de
marcharnos. (3) colocó su chaqueta sobre mis hombros antes de salir. Caminamos
un par de cuadras arriba, en silencio. Se sentía raro.-
-
Sabes, para la próxima vez hay que hacerlo en mi
habitación.-soltó una leve risa-
-
Tú, eres un pervertido en exceso.
-
(1), tienes la culpa. Me vuelvo loco.
-
Tú, ya estabas loco… es más creo que así
naciste.
-
Oye, no
es eso. –apretujó mis mejillas-
-
¿Entonces qué cosa? .3. A mi no me engañas ya
estabas loco.
-
Hai, como digas pervertida.
-
Que no soy pervertida ;A;
-
Si lo eres. –desordenó mis cabellos un
tanto seguimos caminando. A los minutos
pedimos un taxi, que nos llevó a la casa de él. Al llegar, (3)sacó su llave con
sumo cuidado, abriendo la puerta, entramos los dos al mismo tiempo. Mientras me
adentraba en su cara observándolo todo él estaba cerrando la puerta con llave.
-
¿Qué se supone que haces?
-
Ah, pues cerrando la puerta.
-
¿Pero es necesario con llave?
-
¿Que no me oíste princesa?, te quiero para mí y
solo para mí
-
Entonces yo… owo…
Continuará.